Esta modalidad combina propósito social con modelos de negocio sostenibles
En los últimos años, los emprendimientos sociales han cobrado relevancia en el país, impulsados en su mayoría por experiencias personales. Según la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), más del 50% de los emprendedores sociales inician sus proyectos luego de vivir de cerca una problemática en su comunidad, mientras que un 30% adicional lo hizo tras participar en actividades de voluntariado.A diferencia del emprendimiento tradicional, que responde a una oportunidad de mercado, el emprendimiento social nace desde la indignación frente a una injusticia.
“Un emprendimiento social es una iniciativa innovadora que busca resolver una problemática social o ambiental desde un enfoque sostenible. Surge desde la necesidad de transformar una realidad que incomoda, no desde la búsqueda del lucro. Este tipo de iniciativas puede enfocarse en una amplia variedad de temas: educación, salud comunitaria, inclusión social, desarrollo económico local, medio ambiente, participación ciudadana, igualdad de género, entre otros”, señala Javier García-Blásquez, coordinador de Protagonistas del Cambio UPC por los ODS.
Aunque aún existen barreras de financiamiento y formalización, cada vez más emprendimientos sociales en Perú están logrando consolidarse como negocios sostenibles que generan impacto. Por ello, García-Blásquez brinda unos consejos a tener en cuenta si se quiere emprender socialmente:
1. Conectar con una causa personal: muchas de estas iniciativas surgen tras una experiencia cercana con la problemática. Identificar una causa que movilice es el primer paso para construir un proyecto con sentido, el cual debe estar destinado a solucionar esa problemática o déficit que se ha detectado.
2. Investigar y escuchar a la comunidad: comprender a fondo las necesidades del entorno permite diseñar soluciones más efectivas y sostenibles. A partir de este ejercicio, la causa personal pasa a ser problematizada en la comunidad, dándole visibilidad y, por lo tanto, mayor apoyo grupal.
3. Diseñar un modelo de negocio viable: el impacto social debe sostenerse en el tiempo, y para ello se necesita una estructura que genere ingresos sin perder el foco en la misión. El producto debe ser realizado de marca consiente, de tal manera que sea atractivo por su valor y la causa que represente.
4. Buscar redes de apoyo y formación: existen programas como Protagonistas del Cambio UPC por los ODS, Kunan o fondos regionales que ofrecen acompañamiento, mentoría especializada, visibilidad y, en algunos casos, financiamiento.
5. Medir el impacto generado: es importante demostrar cómo se transforma la vida de los beneficiarios. Herramientas como la Teoría del Cambio o el análisis de retorno social sobre la inversión (SROI) ayudan a validar resultados. Además, estas cifras serán claves como sustento ante posibles alianzas estratégicas de financiamiento y colaboración.
NDP/GDS
Fuente: APN "ANDINA"
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